Nuestra Historia
Les cuento...
La tienda nació en 2018, pero la pandemia y las circunstancias del país nos llevaron a congelar el proyecto. ¡Pero estamos de vuelta con todas las ganas!
Mi nombre es Claudio y desde muy pequeño mostré aptitudes para el dibujo. Durante mi época escolar, destacaba en este ámbito. Era de esos pocos introvertidos que disfrutaban dibujar por horas mientras escuchaban buena música. Me inspiraba en revistas y cómics de la época, así como en el cine de ciencia ficción y terror.
Al terminar el colegio, decidí estudiar Diseño Gráfico. El ambiente era genial: una fauna de compañeros tanto o más extraños que yo. Fue en esos años que descubrí el trabajo de H.R. Giger, Patrick Woodroffe, Boris Vallejo y Frank Frazetta, artistas de gran reconocimiento que se convirtieron en una fuente de inspiración. Si no conocen su trabajo, ¡vale la pena explorarlo!
Tras egresar, trabajé en diversas agencias de diseño y publicidad, así como en cine de animación. También, durante casi una década, me desempeñé como independiente. Ha sido todo un viaje lleno de aprendizajes.
A lo largo de mi trayectoria, he experimentado con diversas técnicas: acuarela, óleo, acrílico, tintas, pastel seco y graso, lápices de color y grafito, además de aerografía y, por supuesto, el mundo digital. Amo lo que hago y ahora estoy aquí, con ustedes, formando esta tienda y comunidad para amantes de la ilustración y el dibujo. ¡Estoy feliz de compartir este camino!
Sobre el logotipo
La idea del logotipo de Walking Crow surgió tiempo atrás de una ilustración que creé con acrílico sobre madera de un cuervo con piernas, una imagen con un cariz de cuento fantástico. El cuervo, en muchas culturas, simboliza inteligencia, astucia y adaptación, cualidades esenciales tanto en el arte como en la vida. Su carácter independiente resonaron conmigo, y esas virtudes son las que quiero transmitir a través de mi tienda.
Cuando decidí crear el logotipo para Walking Crow, tenía claro que quería algo que representara la libertad creativa. En lugar de optar por un diseño digital impersonal, tomé ese cuervo que había pintado y lo convertí en el emblema de la marca. Este cuervo con piernas simboliza la capacidad de moverse entre lo tradicional y lo moderno, lo analógico y lo digital, cualidades que reflejan el arte de la ilustración.
Como diseñador, me enfrenté a una disyuntiva. Se nos enseña que los logotipos deben cumplir con ciertos parámetros de construcción. Sin embargo, sentí la necesidad de escapar de esa estructura. Quería algo más libre, algo que no se atara a convenciones. Por eso, en lugar de seguir los cánones estrictos, elegí basarme en una obra propia que reflejara la esencia creativa y lo hecho a mano.